En tierra de meigas. No podía haber sido en otro sitio. Nacido el 24 de diciembre de 1930 en Arteixo (Galicia), Arsenio Iglesias Pardo, conocido como El Brujo de Arteixo, es un ex jugador y ex entrenador de España. No fue un técnico cualquiera.
En la década de los noventa del siglo XX, revolucionó el fútbol español, con la creación del ‘SuperDepor’, sobrenombre con el que se conoció a partir de entonces el Real Club Deportivo de La Coruña.
El entrenador gallego sembró los cimientos de un equipo que, llegado de Segunda División, comenzó a cuestionar el dominio en la liga española del Real Madrid y el FC Barcelona.
Creó algo especial en A Coruña, donde luego fueron pasando entrenadores y jugadores que hablaron de tú a tú durante años tanto al conjunto blanco como al blaugrana.
A pesar de hacer méritos, no obstante, no pudo regalar a su amada A Coruña un título liguero, tras aquel penalti fallado por Miroslav Djukic ante el Valencia CF en el último partido del campeonato de la temporada 93/94.
«No fue culpa tuya, ni tampoco mía» podrían cantar los deportivistas tomando prestada la letra de la cantante colombiana Shakira. Pero todos perdieron. Aquel 14 de mayo de 1994 quedó grabado a fuego en Riazor. Se pasó de la fiesta al llanto. Eso sí, se ganaron el corazón de las personas que aman el fútbol de verdad.
El portero José González, ex de la Real Sociedad y que jugaría posteriormente en el Xerez CD durante años, detuvo el penalti al defensa balcánico, que asumió la responsabilidad que hay que quien reclamó al delantero brasileño Bebeto.
El fútbol estaba en deuda con una generación que demostró que este deporte es mucho más que dinero. El Depor se metió en el corazón de mucha gente, de personas que sienten amor por la pelota sin importar los colores. El fútbol les debía un título.
Aquel Depor era un equipo de segundas oportunidades. Así lo demostraba una plantilla que fue sumando a jugadores llegados de otros equipos punteros para corroborar que en La Coruña conseguirían hacer un super equipo.
Alfredo Santaelena, Voro, Ribera, Adolfo Aldana, Nando, Serna, Nando, López Rekarte, Donato, Claudio Barragán… eran jugadores que en Galicia encontraron su sitio, y que fueron complemento ideal para gallegos como Paco Liaño, José Ramón y Fran y extranjeros como Djukic, Bebeto o Mauro Silva.
Arsenio Iglesias, El Brujo de Arteixo: el hijo pródigo
Arsenio Iglesias encarna esa figura mítica del hijo pródigo. Tuvo tres etapas como técnico en el que fue el club de su vida.
Debutó como entrenador en 1967 en el filial deportivista, del que subió al primer equipo en 1970. En la temporada de su estreno, subió al Deportivo a Primera.
Tres años después haría las maletas para entrenar al Hércules CF, Real Zaragoza, Burgos CF, Elche CF y Agrupación Deportiva Almería. Volvió en 1982 para iniciar una etapa -interrumpida únicamente para sentarse en el banquillo de la SD Compostela en 86/87- al que puso un broche de oro con aquella Copa del Rey de 1995 ante el Valencia CF, el mismo equipo que un año antes había hecho llorar A Coruña.
En esta ocasión, quien lloró fue el cielo. Y lo hizo tanto que provocó que la final, disputada en el Santiago Bernabéu, tuviera que completarse en dos días diferentes.
El equipo de su vida
El afable abuelo Arsenio Iglesias se sentó en el banquillo del Deportivo durante 14 campañas, distribuidas a lo largo de 24 años. Fue el equipo de su vida y quien vivió aquella etapa dorada del fútbol español lo recordará ligado siempre a su Depor. Eso, a pesar de que su último club fue el Real Madrid, en 1996, al que llegó en una etapa convulsa en el conjunto merengue.
Tras su retirada de primera línea, fue seleccionador gallego entre 2005 y 2008. Eso sí, en Riazor dejó su sello tan grabado y el pabellón muy alto. Tanto que, después de su marcha, el banquillo deportivista no volvería a encontrar a un inquilino como él.
Si hubo un heredero, apareció con la llegada de Javier Irureta, que estuvo entre 1998 y 2005. Precisamente, sería ‘Jabo’ el entrenador que conseguiría hacer justicia a la memoria del gran Arsenio, con aquella liga conseguida en la temporada 1999/2000.
Fue la liga de Irureta. Y la de un equipo que contaba con jugadores como Jacques Songo’o, Naybet, Manuel Pablo, Ramis, Enrique Romero, Mauro Silva, Donato, Fran, Víctor, Lionel Scaloni, Djalminha, Pauleta, Makay y Turu Flores, entre otros. Pero también lo fue de aquel ‘SuperDepor’ que levantó El Brujo.