El 23 de marzo de 2024 falleció Manuel Ruiz de Lopera, un empresario sevillano que comenzó a formar parte de la junta directiva del Real Betis Balompié en 1991. La misma cuya presidencia, a la que llegó tras ser consejero delegado previamente, acabaría abandonando en 2010 después de haber sido protagonista de luces y sombras al frente de la entidad sevillana.
Bajo su mandato se consiguieron algunos de los éxitos deportivos más importantes de la historia del club hispalense. En 1997, realizó el fichaje más caro del fútbol mundial en ese momento, el del brasileño Denilson, por 30 millones de euros, jugador que fichó tras conseguir imponerse en la puja al Real Madrid. Era otra época.
Durante aquellos años, por las filas béticas pasaron jugadores de talla mundial, como el español Alfonso Pérez Muñoz (procedente del Real Madrid), Finidi (fichado procedente del Ajax), Jarni (cuyo equipo anterior fue la Juventus) y el citado gambeteador brasileño, que llegó del Sao Paulo. Eran tiempos donde la presencia de personajes como Lopera al frente de los equipos españoles permitían competir de tú a tú a los todopoderosos Real Madrid y FC Barcelona.
Durante su mandato el equipo ganó una Copa del Rey en 2005, la misma que presidió el altar en la boda de Joaquín, el jugador emblema del conjunto verdiblanco entonces, y al que Lopera acabó maltratando, al impedir su fichaje por el Real Madrid, y venderlo posteriormente al Valencia CF tras una rocambolesca historia. También renunció en su momento a una oferta del Chelsea, entrenado por Mourinho y presidido por el ruso Roman Abramovich. Mítica fue su rueda de prensa para anunciar que no aceptaba la oferta «del ruso».
El EuroBetis
El equipo de las trece barras, con Lopera al frente, jugó competiciones europeas en 5 ocasiones. En la temporada 2004-2005 el Real Betis terminó la liga española en 4ª posición y se ganó el derecho, por primera vez en su historia, a jugar la Champions League durante la siguiente campaña.
Fue el inicio del fin, porque desde entonces el equipo viviría una crisis que acabaría llevando al equipo a Segunda en 2009 y empujando a Manuel Ruiz de Lopera a marcharse, tras problemas judiciales.
El Gran Poder del Real Betis de la década de los noventa y la primera de los años 2000 pasó de ser un semi Dios terrenal para el beticismo a un repudiado. Tal es así que el inconcluso estadio de la Avenida de la Palmera de Sevilla, acabó cambiando el nombre de Manuel Ruiz de Lopera -que adquirió bajo su mandato como muestra de la casi beatificación del personaje- por el recuperado Benito Villamarín. Y lo mismo ocurrió con la ciudad deportiva bética, que dejó su nombre por el de un histórico como Luis del Sol.
Jesús del Gran Poder, la Copa y el efectismo
Fútbol y Religión. El fútbol como opio del pueblo. Fervor y devoción. Sentimiento y pasión. Si un equipo representa esa extraña unión es el Real Betis de Manuel Ruiz de Lopera.
Devoto del Jesús del Gran Poder de Sevilla, el presidente verdiblanco siempre presumía de la ayuda divina recibida en determinados momentos cruciales para la entidad. La estampita con la imagen del Gran Poder nunca faltaba.
Como tampoco faltó hasta el hartazgo la Copa del Rey conseguida durante su mandato. El éxito fue considerado tan histórico por el mandatario bético que consiguió que el trofeo tuviera un protagonismo inesperado en la multitudinaria boda de Joaquín Sánchez en El Puerto de Santa María. También él, por supuesto, lo tuvo. Una España de otra época.
Don Manuel y la ‘telerrealidad’
Unos tiempos donde cualquier hombre rico podía darse el capricho de comprar un club en España y hacer y deshacer a su antojo. Eran tiempos del Monopoly del fútbol, donde se comenzaron a hacer fichajes donde los millones de euros crecían y crecían, en un adelanto de lo que ha acabado siendo el fútbol negocio.
Personajes como Manuel Ruiz de Lopera dominaban a base de dinero y algo de caradura los tiempos de todo. La escasez de formación -cuántas parodias se hicieron de su particular forma de hablar- se tapaban con dinero y más dinero.
Inolvidable es aquella escena donde Lopera -Don Manuel para muchos- aparece llamando por teléfono -aún de cable, lejos quedaban los móviles- al banco para pedir una cantidad ingente de dinero para salvar a su Betis. Fue un adelantado a su tiempo en el uso de la realidad paralela, los mensajes creados para distraer y pintar los hechos a su antojo. Esa particular ‘telerrealidad’ que llegó con Lopera y tantos otros que cohabitaron en aquella época, como Jesús Gil y tal y tal.
En el momento de su marcha, cabe pensar qué habría sido de su figura en los días de las redes sociales, herramientas que a buen seguro no sabría usar pero a las que les habría sacado partido en su característico juego del efectismo. Mucho, sin lugar a dudas.
Frases míticas de Manuel Ruiz de Lopera
«No le hemos dado la alegría a mucha gente que tenía la botella de champán abierta por la muerte del Betis»
«Llame usted al Banco Hispanoamericano y dígale al director que no cierre y que se espere. No le hemos dado la alegría a mucha gente que tenía la botella de champán abierta por la muerte del Betis». La frase forma parte de uno de los momentos más ‘loperianos’ de la historia.
Años después de ‘salvar’ al Betis durante un frenético 30 de junio de 1992, cuando hacían falta 800 millones de pesetas (unos 5 millones de euros) para la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva, Lopera, su secretaria Jacinta y varios de los que eran consejeros entonces grabaron una secuencia de aquel momento clave en la historia del club verdiblanco. Nunca se supo el nombre del director del Banco pero muchos imaginan que «la gente» con la botella de champán a la que se refería era un mensaje al otro club de la capital de Andalucía, el Sevilla FC.
«Estábamos en la UVI; nadie daba un duro por nosotros…»
«…yo os entrego ahora un Betis libre, limpio, en Primera, de ustedes, viva el Betis». Bajo el intenso calor sevillano en el estío de 1994, tras un calvario de tres años en Segunda, con promoción perdida ante el Deportivo incluida un año antes, el Betis había regresado a la Primera División. Lopera no era todavía presidente (accedería al cargo en 1996) pero ya manejaba el club como consejero delegado, con Pepe León en el puesto de honor a su lado, mientras se dirigía a miles de béticos en la explanada Este del estadio. Ese «yo os entrego» dejaba claro de manera pública, por su había alguna duda, que quién mandaba ya en el Betis a esas alturas y lo seguiría haciendo muchos años más. En la UVI y fuera de ella.
«Ustedes, los béticos, tenéis acolapsá toda La Palmera»
Una de esas frases para el recuerdo: «Ustedes, los béticos, tenéis acolapsá toda La Palmera. Ustedes, los béticos tenéis un jugador que se llama Alfonso cedido al Madrid. Ustedes los béticos tenéis la mejor ciudad deportiva de Andalucía. Ustedes, los béticos, habéis invertido como el tercer mejor equipo de España», dijo Lopera. Ese día anunció el fichaje de Alfonso Pérez Muñoz en el verano de 1996, tras haber estado cedido por el Real Madrid la campaña anterior.
«Para que nos quiten a este jugador tienen que cerrar un banco»
En el verano de 1998 Lopera anunció a bombo y platillo el fichaje del brasileño Denilson. Lopera dijo que le costó más de 5.000 millones de las antiguas pesetas. Fue el fichaje más caro de la historia en ese momento y se lo quitó a grandes equipos. El jugador llegaba procedente del Sao Paulo y después de haber formado parte de la selección brasileña. La canarinha se había proclamado subcampeona del mundo en el Mundial de Francia. «Hemos fichado a un jugador que para que nos lo quiten tienen que cerrar un banco», dijo Lopera sobre el brasileño, que arrebató al Madrid.
«El Betis es mi vida, estoy dando la cara y me la están rompiendo»
El 19 de marzo de 1999 se anuncia a bombo y platillo la remodelación del Estadio Benito Villamarín. Lopera aseguró que “cuando cierre el Gol Norte, la tribuna de La Palmera y el Gol Sur, con sus galerías comerciales y sus asientos, Manuel Ruiz de Lopera se va del Betis. Nunca se hizo realidad. Esta vez es la definitiva, no tiene arreglo. Es mi vida, estoy dando la cara y me la están rompiendo. Los béticos son los dueños del club y ellos van a elegir. Y voy a dejar todo pagado”. Gol Norte y Fondo se inauguró el 1 de enero de 2000.
«Voy a entregar al Betis ante notario; me estoy muriendo»
«Voy a entregar al Betis ante notario para que lo dé a los aficionados y ellos elijan el presidente que quieran». Una decisión que se debía «a que me he encontrado muy solo», pero no por su afición, «que se ha partido la cara, como hoy lo han hecho a pleno sol».
El presidente del club bético aseguró que esta decisión «es firme» y que «ya la tenía pensada hace muchísimo» pero pidió a los aficionados verdiblancos que «sepan comprenderme porque así no puedo vivir, porque, y perdonad por la expresión, me estoy muriendo».
«Nosotros paseamos un título y otros una sábana pintarrajeá»
El Betis ganó su segundo título de la Copa del Rey el 11 de junio de 2005 (el último título verdiblanco hasta la Copa del Rey de la temporada 2021/22) al Osasuna en el Vicente Calderón. Fue gracias al histórico gol del trianero Dani. Durante ese año, el Sevilla celebraba su centenario y uno de sus símbolos fue una bandera en la que se podía leer la palabra «cien» y los años 1905 y 2005. En una de sus intervenciones ante los medios de comunicación, Lopera sentenció que «Nosotros paseamos un título y otros una sábana pintarrajeá». La ‘sábana pintarrajeá’ fue como denominó el todavía entonces presidente bético a la bandera que el Sevilla ideó para celebrar su Centenario, en 2005. Aquella frase fue como una condena. Desde entonces el Sevilla dio la vuelta a la historia y se coronó como el rey de la Europa League.
«Me estáis exigiendo que me estáis cansando; que no me entrampo»
El Betis ganó la Copa del Rey en 2005 y se metió en Champions, pero estuvo cerca de bajar en 2006. Un castigo que acabaría sufriendo tres años después, en 2009. La afición, en un partido de Champions, gritó «Lopera baja al campo y mete un gol», disconforme con la ausencia de buenos fichajes. Y Lopera, que ya tenía problemas con Hacienda, cogió un gran enfado y dejó de acudir al Villamarín. En una de sus comparecencias posteriores dijo: «Me estáis exigiendo que me estáis cansando. Que no me entrampo. Estoy muriendo por el Betis». Fue el principio del fin. En 2010 vendió sus acciones a Luis Oliver, expresidente del Xerez CD. Había incumplido sus reiteradas promesas de que serían para los béticos cuando se marchara.
Imagen: Real Betis Balompié